Enfermera fue hallada sepultada en el patio de una de sus casas

Elementos de la Policía de Investigación (PDI), detuvieron anoche al principal sospechoso de cometer el feminicidio de la enfermera Marilú Camacho Zaragoza, la mujer que tras semanas de ser reportada como desaparecida, fue hallada sepultada en el patio de una de sus casas, en la alcaldía Tlalpan. 

Se trata de su concubino identificado como Juan Manuel Chávez Alvarado, de 50 años. El hombre fue quien denunció la supuesta desaparición y aparentemente dio datos falsos a las autoridades sobre el paradero de Marilú. 

Un par de perros la encontraron el sábado por la tarde. Ellos estaban rascando en el lugar en el que fue sepultada. Vecinos lo notaron y llamaron a su hermano Pascual, y éste a la Policía que finalmente sacó de ahí el cuerpo de Marilú. 

La pareja de Marilú es el principal sospechoso de cometer el crimen. Fue él quien denunció que estaba desaparecida, pero también inventó que solía desaparecerse y que ya se había ido de la casa en tres ocasiones. 

Incluso dijo a las autoridades que tenía “cambios de humor y constantes enojos y conductas agresivas”, por lo que, según él, le pidió que fueran al doctor para atenderse. 

Todo, sospechan las autoridades, fue mentira para desviar la atención. Los estudios de los peritos revelan que la mujer que trabajaba en el Instituto Nacional de Pediatría tenía tres semanas muerta. Es decir, desde que él denunció la desaparición. 

Luego de que fue hallado el cuerpo de Marilú, su pareja desapareció. El personal de la Fiscalía comenzó a buscarlo para interrogarlo, pero ya no lo encontró. 

Tras rastrearlo por más de 24 horas, elementos de la PDI lo ubicaron anoche en calles de la alcaldía Cuauhtémoc. Apenas se acercaron para hablar con él, ofreció dinero a los investigadores para que lo dejaran ir. 

Así, fue puesto a disposición de la Agencia 50 acusado de cohecho. 

Al mismo tiempo, personal de la Fiscalía para Feminicidios trabaja ya para hallar indicios que confirmen su sospecha: que fue el quien asesinó a la enfermera Marilú Camacho Zaragoza, la sepulto en su casa, y quiso hacerla pasar como desaparecida.