Wuhan, epicentro de la pandemia, celebra el año nuevo con miles reunidos y sin sana distancia

Un año después de que China comunicase a la Organización Mundial de la Salud (OMS) la detección de una rara neumonía en la ciudad de Wuhan, la ciudad del centro del gigante asiático hace casi vida normal y sus residentes celebran en grande la llegada del 2021.

En las últimas horas del 2020, una pareja se hace fotos de boda frente al río Yantsé mientras decenas de personas toman el ferry al salir del trabajo y, por la noche, una sala de conciertos está abarrotada de jóvenes, la mayoría de ellos sin cubrebocas y sin guardar la sana distancia.




En el barrio de Luxiang, donde se ubican varias facultades como la de Ciencia y Tecnología, unas 300 personas llenan la sala Vox para escuchar a un grupo local, Happy Wheel, que mezcla rock y música electrónica para disfrute de los espectadores, la mayoría de ellos adolescentes y estudiantes universitarios.



Algunos llevan mascarilla, otros deciden no ponérsela: “No hay casos ya en Wuhan, no hace falta. Pero mucha gente la lleva por precaución, porque si algo nos ha enseñado el virus es que no te puedes confiar. En Wuhan no queremos volver a meter la pata”, dice Xue, uno de los jóvenes que asisten al concierto.

Xue explica que un reciente estudio del Centro de Control de Enfermedades (CDC) del país asiático, según el cual el 4,4 % de los wuhaneses presentan anticuerpos del coronavirus, refleja que, “teniendo en cuenta que Wuhan tiene 11 millones de habitantes, supondría que medio millón se infectó”.




“Eso es diez veces la cifra oficial. No te puedes confiar”, dice.

Rinden homenaje al médico que alertó sobre la COVID-19 El momento más emotivo sucede cuando, en un momento dado de la actuación, una pantalla proyecta a cámara rápida caracteres chinos con la biografía de Li Wenliang, el oftalmólogo que, justo ahora hace un año, fue reprendido por la Policía local tras alertar a sus colegas de que en el hospital donde trabajaba había un grupo de enfermos con síntomas de una neumonía similar a la del SARS, enfermedad que azotó a China en 2003.

La proyección de su biografía provoca los vítores del público: “Para los wuhaneses, sobre todo los más jóvenes, Li es un símbolo porque se atrevió a dar una voz de alarma cuando las autoridades no sabían cómo reaccionar. Le recordaremos siempre”, señala uno de los asistentes.



Ven con optimismo al 2021 En Wuhan, donde comenzó la pandemia que todavía asola al mundo, a muchos les pesa recordar cómo afectó la propagación de la covid en sus inicios o el confinamiento completo de la ciudad a finales de enero que se alargó durante 11 semanas.

Otros residentes como Chu Jing, administrativa, prefiere mirar hacia adelante y resalta que las autoridades locales ya están vacunando contra la covid, aunque de momento solo entre grupos considerados de riesgo.

“Está disponible en algunas clínicas de varios distritos. Pero no todo el mundo se puede vacunar, sólo gente entre 18 y 59 años de los llamados grupos de riesgo, con lo que de momento mis padres no se van a poder vacunar, que es lo que yo quería”, explica.

Aunque la ciudad no detecta positivos por contagio local desde mediados de mayo, Jing teme los “casos importados”, es decir, aquellos llegados desde el exterior. En los últimos tres meses, se detectaron en Wuhan 43 casos de este tipo, 10 confirmados y 33 asintomáticos.

Con información de EFE